martes, 23 de noviembre de 2010

Tiempos modernos, necesidades antiguas

Me revolví y la miré a los ojos. Estaban desencajados de horror, pero no solamente eso; también había algo más.
Decepción.
-¡Hueles fatal!
Últimaménte les da por decir eso, y que me entierren en un cruce si lo comprendo. Además, hace que la situación pierda parte de su encanto.
-A tumba, querida. A tumba.-susurré mientras me inclinaba sobre ella.
-Tienes las manos frías, eso si que es cierto-murmuró mientras la tocaba por debajo de la camiseta-Pero tienes un color muy raro. No es solo pálido, es como...
-...como un muerto, ya lo sé-completé.
Aulló y se revolvió como una bestia cuando le clavé los colmillos. Esa parte siempre me hacía reir.
-¡Bestia!-gritó, apartándome y tapándose la herida-¡No debería doler! ¡Debería ser como...como una experiencia ultraterrena!
¿Pero que esperaba? Le había acuchillado la piel del cuello; lo normal es que duela. En estas situaciones es cuando comienzo a perder el dominio de mí mismo. Es en ese momento cuando la situación realmente se desmadra, porque pierdo todo control sobre mí mismo. La cosa empeora si es de día, porque entonces empiezan con esa tontería de la piel con brillantes o purpurina o yo que sé, y ahí si que lo pierdo.
¿Qué sentido tiene todo este asunto, me pregunto yo, si lo más importante es la ropa de marca y que la piel te brille? Francamente escapa a mi comprensión. No me gusta nada como están cambiando las cosas en los últimos tiempos. Francamente, me saca de mis casillas.
Y de ahí el lío. La chica me dijo lo de la experiencia ultraterrena esa y que le había mentido; que no era de verdad, que era un chiflado con mucho tiempo libre y que los "verdaderos" me darían de lo lindo. Ya no me pude aguantar más; por eso la corté en aquellos trozos tan pequeños. Era demasiado tonta como para dejarla ir.
Se que el Consejo está de los nervios, y me parece bien. La situación se nos está yendo de las manos y cada vez hay más de nosotros que pierden los nervios por este tipo de comentarios.
Sencillamente, creo que estas sesiones de terapia para vampiros son demasiado. Sobre todo si no nos invita a entrar.

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