miércoles, 3 de noviembre de 2010

La Intersección

Sin aliento, realmente exausto, llegó a la Intersección. Era exactamente como la recordaba su memoria infantil, un cruce de autovías y carreteras, una flor de asfalto que se elevaba, solitaria, sobre el parque. En el cesped cortado la gente charlaba, tranquila, sin prestarle atención.
Él reemprendió la marcha, acercándose a los gigantescos pilares. Cuando estaba a punto de perderse bajo ellos, oyó una voz, una voz potente que llegaba desde atrás.
-¡Charles!
Reconoció la voz. Seguido de un regimiento de camiones, coches y helicopteros, estaba Samuel Gray, aquel sabueso del FBI que había estado siguiéndole el rastro desde hacía meses. Estaba allí, mirándole fijamente con sus ojos grises, penetrantes, mas parecidos a monedas de plata que a iris humanos.
-¡Quieto donde estás!-aulló, y Charles creyó notar un deje de desesperación en su voz.
-Déjelo-la voz de Charles sonaba asustada, pero no gritaba-Sabe que se ha acabado.
-¡No se ha acabado, maldita sea!
-Si-Charles dio un par de pasos hacia la intersección, distraidamente, como si no fuera a ningún sitio en particular-Claro que se ha acabado, señor Gray. He llegado hasta aquí. Ya no hay mas que hacer.
Gray parecía al borde de un ataque de nervios.
-¡No se le ocurra entrar ahí!
-¿Por qué no?-dijo Charles, caminando de espaldas, sonriendo-Es la salida. La he buscado por todas partes, y por fin la he encontrado.
Gray estaba aterrado. No podía creer que aquello estuviera pasando. Aquella construcción, aquel ramillete apretado de vías, no estaba la noche anterior. Seguramente no estaría al día siguiente.
-¿Leía cuentos de pequeño, Gray? En los cuentos muchas cosas son así. Solo están por casualidad, durante un rato, justamente cuando pasabas por allí. No le tenga miedo; solo es la salida. La Intersección. Pasaré y nunca volvera a verme.
Los dientes del agente chirriaron, y, en un arranque de locura, ordenó fuego.
Charles desapareció entre las columnas, y cuando buscaron no encontraron nada. Al volver al día siguiente para reanudar la busqueda, ya no había columnas. No había Intersección.
En otro sitio, en otro universo, Charles dejó atrás la Intersección. Por fin era libre.

9 comentarios:

  1. El relato me ha recordado a Matrix con el Sr. Smith y Neo.

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  2. Yo me lo imaginaba rollo "Origen", pero en plan Matrix también mola :)

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  3. Muy bonito,me recuerda a la vida misma, las cosas están ahí para aprovechar las oportunidades durante un breve lapso de tiempo, luego desaparecen para siempre.El tiempo y los acontecimientos a veces parecen pura fantasia.

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  4. Me alegro de que os haya gustado :) Si, las cosas solo estan durante un momento que pasa rápido...aunque en este caso lo que quería expresar era más bien la idea de la libertad con un lugar que una vez cruzado borra todo lo que ha ocurrido antes y permite empezar de nuevo. Esta simbolizado por el cruce de caminos, un sitio en el que terminan unas sendas y empiezan muchas otras.
    El cruce de autopistas sobre un parque es una imagen que aparece a veces en mis sueños, y suele tener ese sentido allí.

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  5. interesante hable mas de su sueños señor Buron

    :P

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  6. Este seria un buen primer episodio para un libro.

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  7. Pues a mi me pega mas para el final de un libro. Como principio...no le encuentro mucho sentido...

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